Esta teoría económica explica que el beneficio o satisfacción (utilidad) que obtenemos de cada unidad adicional de un bien o servicio disminuye a medida que consumimos más de ese bien. En el contexto financiero:
- El primer peso ahorrado proporciona mayor seguridad y tranquilidad que el milésimo
- La satisfacción de gastar decrece con cada gasto adicional en la misma categoría
- Este principio justifica la diversificación de inversiones y gastos
Entender esta teoría nos ayuda a equilibrar el ahorro y el gasto de manera que maximicemos nuestra satisfacción general, evitando tanto el ahorro excesivo (que sacrifica calidad de vida presente) como el gasto desmedido (que compromete el futuro).